Bases de datos SQL y NOSQL
Las bases de datos no son para nada ajenas a las innovaciones y nuevas tendencias que se desarrollan a su alrededor. Es por ello que a las tradicionales bases SQL les salió ya hace ya un tiempo un competidor que cada vez tiene más fuerza, las bases NoSQL. Muchos desarrolladores han optado por migrar sus proyectos y trabajos a este modelo, pero para hacerlo es conveniente primero saber las diferencias entre ambas y también sus principales tecnologías, de forma que puedas tener información precisa sobre cuál te conviene más en cada caso.
SQL
(bases de datos relacionales)
Las bases de datos relacionales (SQL) son el tipo que más tiempo lleva en el mercado de la tecnología y son por tanto las utilizadas en mayor medida tradicionalmente. Su composición está hecha con bases de datos llenas de tablas con filas que contienen campos estructurados. No se trata precisamente de un tipo de base de datos muy flexible, pero tiene a favor su gran soporte y el enorme desarrollo en herramientas debido a todo su bagaje histórico. De hecho, es una tecnología muy reconocida en comparación con las bases NoSQL que al ser más novedosas no tienen tanto alcance todavía. En cambio, las bases de datos SQL necesitan más recursos como norma general, ya que cuanto más compleja sea la base más procesamiento necesitará.
El mayor inconveniente de las SQL es probablemente el referido a la escalabilidad, que es precisamente el que permitió el desarrollo de alternativas que desembocaron en las redes NoSQL, ya que grandes empresas que manejan datos a gran escala con necesidad de mucha infraestructura sufrían con este problema. A partir de ahí se desarrollaron las primeras NoSQL cerradas creadas por empresas para su uso interno, y finalmente los sistemas de código abierto. Algunas de sus tecnologias mas conocidas son Hypertable, Cassandra, MongoDB, DynamoDB o Redis, mientras que Oracle, Microsoft SQL Server, SQlite o MySQL son cuatro de las más utilizadas dentro de las bases de datos SQL.
NOSQL
(base de datos no relacional)
La gran diferencia entre los dos tipos de bases de datos es la estructuración, que en el caso de las NOSQL se trata de una forma de almacenamiento no estructurado, todo lo contrario a sus predecesoras. En este caso, son de bases de datos sin una tabla fija como las que sí se encuentran en las bases de datos relacionales, lo que permite una alta escalabilidad en ellas. Además, es abierta y por lo tanto flexible a diferentes tipos de datos y no necesita tantos recursos para ejecutarse; de hecho, el hardware necesario no es de un coste muy elevado. En este sentido, también se deja notar el menor coste a la hora de la expansión, ya que no necesitan la evolución en hardware del equipo, sino que basta con hacer un escalado horizontal, con más máquinas en las que distribuir la carga completa.
Por contra, un par de desventajas de las bases NoSQL, que no son perfectas, son que los desarrolles, al implementar su propio código en pos de la fiabilidad y coherencia, es decir, al no existir tanta estandarización, se limita el número de aplicaciones seguras para realizar transacciones, y por otro lado, tampoco es una virtud el hecho de que sea incompatible con ellas llevar a cabo consultas SQL, lo que hace necesario un lenguaje de consulta manual que ralentiza los procesos de este tipo concreto.
En definitiva, lo más importante que debes saber es que las NoSQL no son un sustituto de las SQL, sino que son una alternativa que ofrece otras posibilidades, lo que las convierte en más interesantes para determinados casos como por ejemplo proyectos que requieren una alta escalabilidad en el los recursos son escasos y la integridad de los datos no es lo más importante, como sí ocurre en cambio en aplicaciones especializadas por ejemplo en transacciones bancarias.
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